Por qué los líderes deben entrenar la sensibilidad para tomar mejores decisiones

Los líderes suelen dedicar la mayor parte de su tiempo a la estrategia, los indicadores y el control, dejando menos espacio para desarrollar la sensibilidad y la percepción del entorno.
Pero como plantea Pablo Reyes: “Los líderes deben adquirir nuevas sensibilidades y destrezas que les permitan interpretar señales tempranas y fenómenos que aún no están del todo definidos”.
Aquí tres prácticas concretas para entrenar esa sensibilidad.
1. Exposición semanal a mundos no empresariales, 30 minutos por semana:
- Arte y cultura
- Análisis social
- Diseño y ciencia
La clave es exponerse a miradas que el negocio normalmente no considera. Esto expande la percepción y la comprensión del entorno emergente.
2. Observación sin juicio por 10 minutos al día
Elegir un fenómeno y observarlo sin interpretarlo: Una conversación, una decisión, un comportamiento de clientes o un mensaje cultural.
La sensibilidad comienza entrenando la capacidad de observar antes de interpretar.
3. Conversaciones incómodas una vez al mes
Preguntas que amplían la sensibilidad:
- ¿Qué no estamos viendo?
- ¿Qué fenómeno cultural podría afectarnos?
- ¿Qué señales pequeñas podrían ser relevantes?
La incomodidad es puerta de acceso al futuro. Estas conversaciones permiten detectar riesgos y oportunidades antes de que se vuelvan evidentes.
Liderar desde la sensibilidad es liderar desde el presente profundo
No se trata de suavidad si no de percepción. De estar más atentos a lo que cambia. De conectar mejor las decisiones con el entorno real.
Si quieres desarrollar líderes con nuevas sensibilidades y capacidades de anticipación, conversemos.







