Metodologías para gestión de proyectos: Cómo elegir la mejor
Las empresas que tienen procesos formales y hacen uso de metodologías para gestión de proyectos cumplen mejor sus objetivos.
Sin importar el tamaño de la empresa ni la cantidad de miembros de los equipos, hacer uso de metodologías de gestión ayudará a agilizar la organización y colaboración.
Las metodologías para gestión de proyectos analizan las múltiples posibilidades de elaborar, definir y sistematizar los procesos de los flujos de trabajo. Con los procedimientos adecuados, tus equipos lograrán sus objetivos con éxito.
Descubre en este artículo algunas de las metodologías más usadas para la gestión de proyectos.
Qué es una metodología en la gestión de proyectos
La gestión de proyectos o project management es un método de organización de equipos. Permite que el flujo de trabajo sea planificado y tenga instancias de seguimiento.
Las metodologías para gestión de proyectos buscan que los equipos lleguen a sus objetivos específicos de manera premeditada y bien orientada.
Las metodologías para gestión de proyectos permiten que las tareas de los equipos estén mejor organizadas y se puedan cumplir los objetivos propuestos.
Esto permite que la colaboración sea más eficiente porque admite instancias de comentarios y análisis del avance.
Ventajas de utilizar una metodología de gestión de proyectos
Una empresa que encara sus proyectos con la metodología correcta tiene la ventaja de poder aprender de los éxitos y los errores.
Una empresa que hace uso de metodologías de gestión de proyectos tiene mayor aprendizaje de sus éxitos y errores.
Las metodologías para gestión de proyectos ayudan a generar mayor eficiencia en los equipos y por consiguiente, en la empresa. Algunas ventajas son:
- Organización de tiempos
- Resultados con tiempo y costos estimados
- Recursos optimizados en costo-beneficio
- Gestión y minimización de riesgos
- Desarrollo de las habilidades de los equipos y sus miembros
4 metodologías para gestionar proyectos
Tus proyectos podrán potenciarse si utilizas la metodología adecuada. A continuación, te presentamos cuatro opciones que presentan mejores resultados en los equipos que las aplican:
Cadena crítica
La metodología de cadena crítica busca una gestión de proyectos más rentable: Menor uso de recursos y más agilidad en la finalización. Ayuda a supervisar y priorizar las tareas.
Su particularidad radica en que establece el periodo mínimo de tiempo en el cual puede acabarse un proyecto. Busca disminuir los sobrecostos que supone la extensión del plazo de entrega de un proyecto.
Además, permite identificar los obstáculos que impiden la finalización de los proyectos, sus causas y posibles resoluciones.
Cascada
Bajo el método de cascada o waterfall se sigue el plan del proyecto ejecutando una detrás de otra las etapas de manera lineal para alcanzar los objetivos.
Esta metodología requiere de un plan de proyecto y la posterior elaboración de una lista de requisitos, recursos y plazos fijos. Es una de las metodologías para gestión de proyectos que requiere de un cronograma.
Su particularidad radica en que cada una de las fases se realiza por única vez, no admite iteraciones como en otros métodos. Los resultados de las fases son la hipótesis para la siguiente, consecutivamente.
Metodologías ágiles
Es una de las metodologías para gestión de proyectos más flexible y receptiva a los cambios. No tiene planes estrictos a seguir y no requiere que el proyecto se realice en un orden predefinido e inamovible.
Para implementar esta serie de técnicas, también conocida como agile, al comienzo del proyecto se planifica y luego las actividades se realizan en subproyectos. Al final de cada uno de estos subproyectos, se entregan los resultados.
De esta manera es más sencillo y accesible cambiar la planificación inicial sin afectar a todo el desarrollo de las tareas.
La metodología ágil es una de las más receptivas a los cambios, admite modificaciones del proyecto sin afectar el flujo de trabajo de manera rotunda.
Metodología Híbrida
Aquí confluyen la metodología de cascada y ágil, seleccionando las ventajas de ambas, con la posibilidad de adaptarlas y aplicarlas a muchos tipos de proyectos.
La planificación principal sigue las bases de la metodología cascada, donde se delimitan los requisitos y luego se secuencian las actividades.
Luego, la instancia de implementación del proyecto se hace con base en las técnicas de la metodología ágil. Esto permite iteraciones y resultados en cortos plazos, y la posibilidad de introducir cambios si son necesarios.
Conclusiones
Las metodologías para gestión de proyectos varían según las necesidades de los objetivos. Para que puedas elegir cuál implementar, es necesario que las conozcas y analices las posibilidades de éxito de tus proyectos con estas metodologías.
Si bien no todas las empresas o equipos tienen procesos para la gestión de proyectos, estos son funcionales para que los objetivos puedan cumplirse de una manera más eficiente.
Priorizar el uso de algún tipo de metodología te será muy útil a la hora de tener que entregar resultados a corto plazo.
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