¿Cuáles serán las 10 soft skills más demandadas en el futuro?
La lista de las soft skills más demandadas en el futuro varía según las fuentes y los estudios. Algunos expertos hablan, incluso, de smart skills, ya que estas habilidades son útiles para evolucionar en la complejidad del mundo profesional del siglo XXI. Sin embargo, hay tendencias comunes. En lugar de una larga lista, centrémonos en tres puntos clave.
La capacidad de evolucionar en un contexto incierto
Agilidad
Indiscutiblemente, una de las soft skills más demandadas, y lo será cada vez más, un activo clave. Ante una situación inesperada y nueva, la agilidad nos permite hacer un uso efectivo de todos nuestros recursos, técnicos y sociales; podemos pensar con claridad, encontrar la ayuda externa que necesitamos para resolver problemas complejos, etc. La agilidad es un estado mental que puede desarrollarse. En lugar de sufrir en un situación que a priori podría parecer desagradable, las personas ágiles son capaces de aceptar y hacerse las siguientes preguntas: "A partir de aquí, ¿cuál es el nuevo objetivo y cómo puedo lograrlo?”.
Capacidad para aprender
Adquirir rápidamente nuevas habilidades útiles para el ejercicio de un nuevo trabajo, o para dominar y explotar todo el potencial de las herramientas que están en constante evolución será fundamental. También es importante cuestionar las viejas formas de hacer las cosas, que ya no son operativas en un nuevo contexto. Todo esto implica desarrollar una cultura de autoaprendizaje. Es necesario saber dónde buscar información para formarse, elegir el formato correcto y conocer unas estrategias personales de aprendizaje. Atrévete a salir de tu zona de confort, abraza la “prueba y error”, comparte con tus compañeros las mejores prácticas, pregunta y busca feedback.
Creatividad
En el fondo, todos somos creativos. Y la creatividad se desarrolla y se mantiene a sí misma. Es fuente de agilidad y alegría. Desde un enfoque crativo podemos convertir los problemas en desafíos. Existen muchas herramientas para estimularla, individual o colectivamente.
Iniciativa o proactividad
En algunos entornos, desarrollar la proactividad puede ser un desafío. Por ejemplo, cuando las restricciones de procedimiento son muy limitantes, o la jerarquía es muy estricta y no permite errores. En estos contextos, primero habrá que calcular el margen de maniobra que tenemos para actuar, después, hacer pruebas a pequeña escala contando con la colaboración de algunos aliados, y finalmente, comunicar los éxitos para ganarnos la confianza de los managers.
En un contexto más permisivo, el desafío está en saber cómotomar riesgos dentro de unos límites, cómo tomar decisiones y medir susimpactos, y ser lúcido al tomar una nueva decisión en caso de error.
La capacidad de colaborar en un entorno digital en evolución
Trabajo en equipo
Esto es ya una realidad. Trabajar en proyectos, online, en equipos diversos y multidisciplinarios. Más que nunca, nuestra capacidad de trabajar juntos y aprovechar al máximo la riqueza colectiva es un factor clave de éxito. Para que estos modos de organización funcionen, debemos ser capaces de comprometernos y cumplir individualmente.
La cooperación es un activo excelente para co-crear de manera efectiva, pero también para superar las dificultades juntos. Saber cómo proporcionar feedback y definir juntos métodos de trabajo efectivos son habilidades valiosas.
Trabajo remoto
Equipos dispersos, teletrabajo, huella ecológica… Trabajar juntos implica cada vez más trabajar de forma remota. La tecnología ahora ofrece una impresionante variedad de herramientas que permiten reuniones remotas y trabajo colaborativo de una manera notablemente eficiente. Es necesario conocerlas y dominarlas para explotar todo su potencial.
Dominio de la comunicación digital
Lo más difícil ya no es el acceso a la información, pues está en todas partes. Está en saber cómo hacer una clasificación inteligente de ésta, no solo seleccionando lo más relevante sino también dándole forma.
La organización eficaz del trabajo
Gestión de prioridades
Esto no es algo nuevo, pero en este mundo, tan exigente en cuanto a cualidades humanas y técnicas, gestionar las prioridades se ha convertido en algo imprescindible; para nuestro desempeño profesional, y para nuestro equilibrio personal. Debemos tomar decisiones, elegir objetivos, proyectos, etc. Y tenemos que aprender a renunciar a ciertas cosas.
Capacidad de concentración
Existen tanto medios y canales de comunicación y tantos dispositivos y plataformas que nos hemos acostumbrado al zapping permanente. Lo que resulta agotador para nuestro cerebro y nada efectivo para tratar los temas importantes. Nuestra creatividad y productividad necesitan momentos de alta concentración. Las buenas noticias son que, si sabemos definir objetivos concretos y aprendemos a planificarnos las jornadas de forma inteligente, conseguiremos grandes resultados, mejor incluso que en el pasado pues tenemos a nuestro alcance muchas más facilidades.
Automatización
El objetivo es pasar el menor tiempo posible haciendo tareas repetitivas, para poder centrar nuestra energía en actividades que aporten un alto valor. El control de las herramientas digitales es fundamental para ello. ¿Es esta una habilidad blanda en sí misma? Puede que no. Pero requiere de otras habilidades en el campo de las soft skills: capacidad de identificar un potencial de eficiencia, liberar tiempo para establecer un sistema de automatización, estar rodeado de personas que sean adecuadas para ayúdanos si es necesario, etc.