'Learnability': la competencia del futuro

13/06/2019
Renovarse o morir. La capacidad de aprendizaje continuo es, junto a la versatilidad, una de las competencias mejor valoradas por la empresa actual. Y no es para menos, porque en un contexto que cambia prácticamente a la velocidad de la luz, las compañías necesitan no solo de colaboradores resolutivos y ágiles, sino de empleados que sean capaces de formarse y reciclarse a lo largo de su carrera de forma natural. El concepto “learnability” hace referencia precisamente a esa capacidad, muy en línea con el mercado laboral actual y futuro, donde los expertos estiman que un empleado deberá reciclarse un promedio de entre 10 y 14 veces a lo largo de su vida profesional.

Huir de la zona de confort

Pese a tratarse de un concepto relativamente nuevo, el anglicismo learnability ha sido definido como la curiosidad y el interés de querer incorporar nuevas competencias de manera continua para mantenerse siempre activo. En definitiva, estar dispuesto a salir sistemáticamente de la zona de confort para progresar en el ámbito empresarial, resultando un perfil atractivo para las compañías, que de un tiempo a esta parte han aprendido que el potencial de un empleado es lo que le hace verdaderamente genuino.Ese espíritu de superación y agilidad en la toma de decisiones y la asunción de nuevos roles y conocimientos es lo que hoy en día prima en cualquier proceso de selección. Si el estudio “El Futuro del Trabajo 2018”, publicado por el Foro Económico Mundial el pasado mes de septiembre, afirmaba que en 2025 más de la mitad de los puestos de trabajo actuales serían reemplazados por máquinas, el learnability es una buena opción para diferenciarnos no solo de los demás candidatos que opten a un puesto de trabajo, sino también de nuestros competidores 4.0.

El entorno importa

Ser proactivos y anticiparse a lo que vendrá mediante formación –formal o no- es a todas luces un acierto. La actitud es fundamental, pero el entorno también influye: el entorno laboral debe crear espacios y dinámicas para que sus empleados se formen en aquellas áreas relacionadas con sus funciones. Es más, la empresa debe estimular este aprendizaje continuo. Un aprendizaje que puede ser individual o grupal, siendo este último más interesante si cabe sabiendo que, según la Pirámide del aprendizaje del psiquiatra estadounidense William Glasser, las personas aprendemos entre un 10% y un 20% de aquello que leemos y oímos; un 30% de lo que vemos; un 70% de lo que compartimos y un 80% de lo que hacemos. El aprendizaje significativo y compartido, por lo tanto, se relaciona directamente con el concepto learnability.Desde Viewnext, empresa de Servicios de Tecnologías de la información del grupo IBM en España, señalan dos actitudes a incorporar por parte de aquellos líderes que quieran incentivar el learnability del empleado. Por un lado, convertirse en un líder inspiracional, en el que fijarse y querer emular y en el que los colaboradores deseen inspirarse a la hora de progresar laboralmente. El segundo es dotar a ese liderazgo de una gran dosis de inteligencia emocional, esa que permite no solo conocerse mejor a uno mismo, sino mantener el control en cada situación y también sacar el máximo rendimiento de cada uno de los integrantes del equipo. Inspirar y motivar son dos requisitos clave para que el learnability fluya.